El Consejo de Gobierno de la Universitat Politècnica de València ha aprobado la Política de integridad científica y las buenas prácticas de investigación en cuyo preámbulo se indica que «los fines y los medios tienen que estar en coherencia con el valor intrínseco del ser humano y la dignidad de la persona» y se señalan cinco principios éticos básicos que debe respectar la buena praxis científica:

  • el reconocimiento del ser humano como sujeto libre y autónomo de investigación
  • el respecto a la dignidad del ser humano y a la no manipulación de la voluntad personal
  • la asunción de responsabilidades de las consecuencias de la investigación incluyendo a todos los seres vivos y a las generaciones futuras
  • no promover investigaciones cuyo fin atente contra la dignidad y la integridad del ser humano
  • la transparencia y rendición de cuentas en la actividad científica

La mala práctica científica la define como la fabricación, falsificación o plagio en la propuesta, realización o revisión de investigaciones o en la publicación de sus resultados. Casos concretos podrían ser la apropiación del trabajo de otros, la ocultación de los objetivos de la investigación o sus fuentes de financiación, primar los motivos personales o económicos frente al rigor científico en la evaluación de trabajos de terceros, firmar como propios trabajos de investigación en los que no se ha realizado una aportación relevante, etc.

Esta Política de integridad científica señala la creación de un Comité de Ética de la Investigación que velará por la promoción de la integridad científica y la buena práctica de la investigación con actuaciones como la elaboración de un informe anual sobre los posibles casos de mala praxis y que trabajará siempre garantizando la confidencialidad.